Educación
en la zona rural
Tito
Zegarra Marín.
La población
rural en las provincias de la sierra del país, aún permanece disgregada en sus pequeñas
comunidades (centros poblados menores, caseríos y anexos) y representa a más del 50 %, excepto capitales de región. Cientos de
niños que forman parte de la población de esas comunidades, estudian en
pequeñas escuelitas creadas para ese mundo rural.
Por razones de
trabajo y mi vocación por conocer algunas variables sociales, he visitado comunidades
de casi todas las provincias de Cajamarca, de Amazonas (Chachapoyas, Luya, Bongará
y R. de Mendoza), de La Libertad (Bolívar, Huamachuco y Otuzco), de Huánuco (La
Unión y Huamalíes), y de Junín (Jauja y Chupaca). Como educador y sociólogo, me
he detenido en su situación educativa.Veamos.
Es verdad, que
el servicio educativo se ha extendido a casi todos los rincones rurales del
país, con una cobertura que debe acercarse al 100 % en el nivel primaria. La
mayoría escuelas estatales y otras municipales, unidocentes en algunos casos,
con personal incompleto o completo en otros y funcionando con regularidad no
libres de comprensibles interrupciones.
Los locales
educativos son propios, la mayoría pequeños, muy pocos de dos pisos y no todos
en buen estado; agua entubada para pilones, letrinas o servicios higiénicos,
energía eléctrica y áreas libres. Todo construido o implementado por la
comunidad con apoyo de las municipalidades distritales y, en pocos casos, por
el Estado y la empresa privada. En los últimos años, con una pequeña subvención
estatal se hacen arreglos menores y adquieren una mejor presentación externa.
Pero por dentro
hay precariedad: mobiliario deficiente, mínima implementación didáctica, con escasos
libros que llegan del Estado y ajenos aún al internet. Los docentes vienen de
lejos, muy pocos son de las comunidades, saben de restricciones y están sujetos
a planes y currículos venidos de arriba, a veces, ignorando su propia realidad
(pobreza y desnutrición infantil). Es cierto sí, que existen programas de desayuno
y almuerzo escolar. Aparte de ello, hay dos cosas para reflexionar:
1. La deserción
escolar es alta (superior al 25%) y solo el 10 % de los alumnos que concluyen
estudios primarios, pasan a estudiar secundaria en otra comunidad o capital de
distrito. Resultado: la mayoría de varones, al dejar de estudiar, migran a las
ciudades para insertarse al mercado informal con futuro incierto, y un sector mayoritario
de mujeres acaba en la maternidad temprana.
2. La educación
que se imparte, poco encaja con lo que esas comunidades y sus futuros
ciudadanos esperan: formarlos apropiadamente y darles las herramientas necesarias
para mejorar capacidades productivas ligadas a la tierra y el ganado (desarrollo
personal y técnico al servicio de su comunidad). Sobre estos acápites,
volveremos más adelante.
En
la escuela primaria de la comunidad de ceja selva La Morada,
provincia Huallaga, se
llega en 3 días desde Chuquibamba o Bolívar |
I.E.
primaria en el caserío La Colpa, distrito Huaranchal, Otuzco,
La
Libertad, se llega en dos días desde Trujillo.
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I.E.
Primario del caserío Chacaf, Cutervo, Cajamarca.
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*Publicado en el diario Panorama Cajamarquino, el 9
de marzo 2018
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