Tito
Zegarra Marín
Después de
algunos años hemos vuelto a visitar al complejo arqueológico Cumbemayo, ubicado
en el cerro del mismo nombre, a 3,555 msnm., y a 15 km de la ciudad de
Cajamarca, por carretera afirmada. Algo ha cambiado: vía de acceso mejorada, acondicionamiento
de su infraestructura para atender a visitantes, seguridad y buena organización
administrativa de parte de la comunidad de Chetilla.
Los tres
componentes básicos del complejo Cumbemayo, siguen imponentes y causando la
admiración de cientos de turistas: el gigantesco bosque de piedras que simulan a
frailes encapuchados (componente natural), el impresionante acueducto
megalítico, conocido también como canal de Cumbemayo, y los enigmáticos
jeroglíficos esculpidos en las paredes del Santuario principal y en las piedras
labradas que bordean el acueducto.
Sin duda, el
acueducto es el que concita la mirada reflexiva de visitantes y estudiosos, y no
es para menos. Esta formidable obra de ingeniería fue construida muchos años antes
de que llegaran los incas y españoles a Cajamarca, hace aproximadamente mil
años. Dos reconocidos investigadores lo han estudiado: Julio C. Tello en 1938 y
Georg Peterson en 1962, ambos coinciden en valorar su importancia social y
mítica y en detallar algunos aspectos de su estructuración.
El acueducto
estuvo concebido para, atravesando el divortium acuarum continental, conducir las
aguas de la vertiente del pacífico a la cuenca amazónica o del océano
Atlántico, con el propósito de servir al valle y ciudad de Cajamarca, irrigando
sus tierras y en necesidades domésticas. Ha sido prolijamente construido
cortando macizos de roca volcánica y, en otros tramos, utilizando bloques de
piedra labrada. En su recorrido, son
notables los codos en forma de zigzag destinados a regular la corriente del
agua, así como, algunos pequeños embalses, con ese mismo fin. Este tramo tiene
850 m. y por todo son 9 km hasta llegar a la colina Santa Apolonia, donde
existía un reservorio llamado El Estanque, aún visible parcialmente.
Parte importante
de este complejo son los petroglifos grabados sobre planchas rocosas que, en lo
fundamental, simbolizan sus costumbres, elementos de la naturaleza y modos de
pensar y de entender al universo. Los más significativos, se encuentran en las
paredes de la caverna de base circular que hace de Santuario y en algunos bordes
del acueducto, uno de los cuales semeja a un lagarto.
A ello agregamos
la piedra circular, de regular tamaño,
sobre la cual se realizaban los sacrificios en honor a sus dioses. También, las
figuras de cruces perforadas en algunas paredes adyacentes al canal, similares a las de
La Petaca en Chachapoyas y a la Chacana, cruz asociada a
la cultura Maya. El acueducto de Cumbemyo, espera de verdad rescatarlo: sus
aguas deben alimentar las fuentes de Santa Apolonia y la pileta central de la
Plaza Mayor de Cajamarca.
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