Tito
Zegarra Marín
Las fiestas
navideñas y la próxima visita del máximo jerarca de la Iglesia católica al país,
me han hecho pensar que entre Jesús y el Papa Francisco hay algo en común queno
se ha dado con otros papas. Por cierto, la navidad nos hizo recordar a Jesús de niño
posando en su sencillo pesebre, y la visita del Papa, nos trae a la memoria sus
ponderados mensajes que tratan de reflejar lo que Jesús en vida encarnó.
Veamos algo al
respecto. Jesús nació y vivió su niñez en el campo, lejos de la ciudad y en
hogar humilde y pobre; cuando joven, se convirtió en modesto carpintero y en
hombre de bien para las familias necesitadas de su entorno. El Papa Francisco,
al asumir el cargo proclamó que la verdadera iglesia es la de los pobres, inspiró
su nombre en San Francisco de Asís y no dudó en renunciar a algunas comodidades
materiales.
Jesús, desde temprana edad se solidarizó
con los desposeídos y marginados, al lado de ellos luchó contra los abusos e
injusticias y por eso lo crucificaron y mataron (todas las iglesias, en
especial las evangélicas ocultan esos pasajes). El Papa Francisco, se ha identificado
con los que sufren y ha alzado su voz contra los abusos y atropellos del poder,
categóricamente ha dicho: “Hay densas
tinieblas que amenazan y destruyen la vida: las tinieblas de la injusticia y de
la inequidad social”.
Jesús fue un hombre recto, honrado y transparente, que
nunca pensó en acumular riqueza ni en corromperse, predicó esos valores con el
ejemplo (hoy la corrupción supura por todos los poros de la clase política). El Papa Francisco, comparte varios de esos principios y ha subrayado que no se
puede servir a Dios y al dinero, que la economía debe estar al servicio de los
pueblos y que “la corrupción es la peor
plaga social”.
Jesús proviene del campo, creció al amparo de la madre
tierra y demás componentes de la naturaleza, por eso sus andanzas rurales y
amor hacia ellos. Francisco, como ningún otro Papa, ha recalcado su
preocupación por el planeta, por la degradación ambiental y el cambio climático
(Encíclica ecológica Laudato Si), y ha expresado, “que la tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un
inmenso depósito de porquería”
Pero hay algunos hechos que quizá, protegidos por el
poderío conservador y corporativo que domina al Vaticano, no lo acercan a Jesús.
Entre otros, Francisco, no ha podido enfrentarlos abominables abusos sexuales contra
los menores y jóvenes cometidos por algunos de sus representantes (caso
Sodalicio en Perú). Aquí, el amor y cuidado que tuvo Jesús por los niños y
jóvenes, no se refleja en el querido Papa Francisco.
*Artículo preparado para el diario Panorama Cajamarquino
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